Buscando una de manera eficiente y sostenible para calentar una casa antigua
Maria y Juan quieren renovar la calefacción de gasóleo en su casa familiar. A continuación te contamos los desafíos con los que se encuentran y cómo se enfrentan a ellos.
La pareja de más de 50 años vive en una casa unifamiliar relativamente grande con 200 m2. El edificio es antiguo pero está en buenas condiciones. Sin embargo, Juan y María tienen que reemplazar su vieja calefacción de gasóleo. Quieren aprovechar esta oportunidad para renovar el sistema de calefacción por uno moderno con un buen ahorro de energía. Quieren una solución sostenible que no les obligue a poner toda la casa patas arriba.
María y Juan piensan en cómo pueden mejorar su balance ambiental y si pueden usar solo energías renovables para la calefacción. Sin embargo, para ello tendrían que mejorar el aislamiento térmico, lo que tiene un coste elevado, y reemplazar todos los radiadores, ya que sus requisitos de calefacción son comparativamente altos.
La pareja ya no quiere emprender extensas renovaciones. Por lo tanto, los dos están considerando calentar con gas, pero carecen de conexión. Por esto optan por un sistema de calefacción con gas propano.
Razones para elegir la solución híbrida
Su instalador les informa que pueden utilizar una caldera de gas con un depósito de gas licuado incluso sin conexión a la red de gas natural y que no es necesario descartar las energías renovables. Por varias razones, deciden seguir esta recomendación de sustituir la antigua caldera de gasóleo por la moderna combinación de una caldera de condensación a gas y solar térmica.
Las calderas de condensación a gas son actualmente la forma más eficiente de calefacción con combustibles fósiles. Las viejas calderas de gasóleo son ineficientes y no tienen futuro debido a las altas emisiones de contaminantes. Esto también se refleja en las obligaciones legales de sustitución vigentes y las futuras prohibiciones de instalación que se aplican a este tipo de calefacción.
Al combinar la caldera con un sistema de calefacción solar, entra en juego el aspecto ecológico. Los colectores utilizan el calor del sol y no emiten CO2 ni otros contaminantes.
Para la producción de ACS de Juan y María, 4 m2 de superficie de colectores sería suficiente. Dado que el sistema también debe apoyar a la calefacción, se requiere una superficie más grande, porque cuanto mayor es la participación de la energía solar en la generación de calor para el hogar, menos tiene que intervenir la caldera. Otro punto a favor es que algunas calderas a gas modernas también pueden funcionar de forma respetuosa con el medio ambiente con hidrógeno. Así aseguran su buen funcionamiento en el futuro .
Aunque María y Juan tienen que instalar un depósito de gas propano en su jardín, ya no tienen el depósito de gasóleo anterior, por lo que ganan espacio en casa. En el jardín tienen la opción de elegir entre un depósito de superficie o subterráneo. Pensando en la estética, optan por la variante subterránea.
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Por eso esta combinación es ideal
Juan y María han demostrado que el sistema de calefacción se puede actualizar a un sistema moderno y de eficiencia energética incluso con condiciones estructurales desfavorables e incluso sin un gran esfuerzo como el que supondría reemplazar todo el sistema de calefacción y el aislamiento térmico del edificio.
El uso de una caldera de condensación a gas moderna y la combinación con el calor solar aportan mejoras significativas en términos de consumo de energía y costes de calefacción. Si en los próximos años se realiza la conexión al suministro de gas, no será necesario que vuelvan a invertir en una caldera adecuada.
